22 abril, 2012

Yo sé que la gente sí cambia.
Quizás cuesta, quizás tarda, pero siempre puede pasar.
Lo sé porque yo he cambiado. Y me pueden venir con que es porque soy más joven, que los viejos no cambian, que los años endurecen tu corazón y es verdad, pero aún así, todo puede pasar.
Yo he sido inconstante y variable. He estado en lo peor, en lo más bajo que mi integridad puede estar y he llegado estar como hoy: alto, volando, viviendo libre y segura de que no volveré a esa vida que antes me anclaba con cadenas y todo al suelo, a la tierra que está abajo, ensuciando los pies de todos. Cada noche y cada fin de semana eran para mí una especie de aventura donde olvidaba tanto mi moral como lo valiosa que soy, no necesariamente para el mundo, sino para mí misma y para... ¡algo más grande que yo! Pasé de ser de muchos, a ser de uno sólo y no me da vergüenza ni me arrepiento de nada: el pasado ha construído cada trozo de lo que hoy soy. De lo que hoy soy en Dios. Porque sólo Él puede cambiar a las personas. Y sí, sé que puede, se puede cambiar.

08 abril, 2012

Abril, lluvias mil

Siempre creí que no le tenía miedo a nada, pero aún hay veces en que, por mi naturaleza y mi carne, temo.
Creía que era la más sana, pero en un mes mi organismo me cambió todo el panorama.
Creí tener todo conocimiento, saberlo todo (o al menos, mucho) y me cambiaron la verdad.
Y es que así es mi vida, siempre.
Todos, todos los esquemas, son cambiados.
r e n o v a d o s.

07 abril, 2012

Sin Título #....

Quiero cambios.
Hace rato ya, quiero que algo cambie, que todo se sacuda.
Quizás hace rato que está pasando, pero estoy muy enfocada en qué es lo que se mueve y no en la tierra bajo mis pies. Quizás no lo veo, porque estoy muy cansada esperándolo con los ojos abiertos, puestos en el cielo, en la puerta, en...

Porque un día como hoy, todo cambió.